FÉLIX IGLESIAS
VALLADOLID. Sorprendido, Valentín García Yebra recibía ayer en su domicilio madrileño la noticia de que el jurado del Premio Castilla y León de Ciencias Sociales y Humanidades había decidido por unanimidad otorgarle el galardón instituido por la Junta, reconocimiento que calificó como «muy generoso». El académico de la Lengua y excepcional especialista en los autores grecolatinos, recordó que su amor por el español «se lo debo al gallego. Nací en Lombillos de los Barrios, en El Bierzo, frontera con Galicia, y allí, donde se habla un español correctísimo, siempre me encantó oír el habla gallega». Y de una cosa vino la otra y su aprecio por todas las lenguas de España, llegando «incluso a aprender algo de vasco».
En su opinión no hay grandes problemas lingüísticos en España, y calificó las diferentes lenguas de la Península como una «riqueza», aunque seguidamente subrayó que «el castellano es la lengua superior de España, por su número de hablantes, por su extensión en el mundo. Sin duda alguna».
Por ello, considera que el proyecto de hacer de Castilla y León centro de la enseñanza del español para extranjeros, «es una muy buena idea», pues «en esta tierra es donde mejor se habla español». Otra cosa es la intención de enseñar la lengua leonesa: «Es una ridiculez, que no conduce a ninguna parte, ni eleva el nivel cultural. Más bien al empobrecimiento». Él dedicaría, de implantarse esa materia, esas horas «al latín, sin el cual no entenderíamos el español».
Para García Yebra no se trata de «presumir de ser la cuna del español, sino de estar orgulloso». Además, recordó el futuro y presente pasa por Iberoamérica», pues «sin esos países, el español sería una lengua más y no una lengua internacional como lo es desde hace siglos».